Orquidea Negra


 



Para Noelia Villanueva Yegros



Quisiera engañar a la luna, al propio cosmos, esconder en brillos de mis ojos al observarte en mi silencio.

Quisiera extinguir mis miedos en las noches, sin embargo, me acobardo, lloro en silencio, de destruyo por dentro. Buscando te en fugaces recuerdos de mi pasado. Mientras me humillo ante tus besos.

 

Caminare en tu silencio, resistiré tus quejas, amenazare a la noche si este desea esconder nuestros deseos. Desafiare al viento en las madrugadas, en su murmurar en los pasillos. Te cubriré en brazos cuando la tormenta replique su ira, cuando parta en un amanecer sin luz.

 

Las heridas fueron sanando, las lágrimas solo dejaron surcos de recuerdos. Mientras en la habitación de los recuerdos viejas pigmentaciones te traen alegría a tu día.

 

Eres mi catalejo en mis días, rugir espontáneo de gozo, eres primavera personificada, bálsamo de peperina que embriaga, eres lumbre en mis senderos oscuros.

Eres esencia, que calma mis tormentas.

Eres la palabra sagrada, eres bendita como el aliento de vida. Eres…

 

Mis manos desafían a tu piel a encallar sobre tus lunares.

A desgarrar tu piel en constante atropello de besos. No puedo evitar quebrar en deseo, no puedo evitar fingir ante Dios todo este sentimiento. No puedo mentir a la oscuridad que me acecha al imaginarte a mi lado, no puedo dejar de pensar… mientras la luna me nombra tu nombre.

 

Cruzare valles y desiertos, enfrentare a tu miedos y quebrantos en todo momento, desafiare las constelaciones buscando tu camino, gritare a la tormenta de llantos cuando este intente esconderme de tu camino, correré ante burdos rumores sin dejar cegarme de estos. Y mientras me inspiren tu mirar, seguiré combatiendo por tu felicidad.

 

No te quedes en silencio, cuando nubes grises se apoderen de ti. No te quedes en silencio cuando ÉL

cuida de ti. No te quedes en silencio cuando un abrazo te espera a tu llegada, no te quedes en silencio quebrantando a ese quien tanto te ama.

 

Ella es sublime como una mañana de domingo, eterna como la caricia de una madre.

Ella es impetuosa en relámpagos de ideas, es tormenta de risas en días grises, es paño frio cuando la cólera nos abraza. Ella es palabra simple, un beso de paz, una mirada de niña, ella es mi galaxia, mi todo como mi nada en la soledad de mis mañanas.

 

El viento me dispuso su discurso en mi silencio.

La luna de dio su lumbre en mis días oscuros de labor.

Cuando el sol disputa con las nubes grises por cubrir de llantos la ciudad, la alegría te busca en su eterno abrazo, mientras te espero en mi silencio para reposar en tus brazos.

Tus besos me fulminan, mientras nuestros labios se matan entre sí. Tus manos despiertan amor entre mis angustias de meses oscuros. Y llega ese desastre en donde los atuendos caen ante los ojos de paredes pintadas, y el respirar que se estremece en los atardeceres de sueños de futuro…, mientras tu beso me desmaya.

 

Me haces falta…

Siempre

Nunca

A veces

Me haces falta...

Espontánea

Loca

Acelerada

Atrevida

Me haces falta cuando ese nudo en la garganta se presenta ante tu Adiós, y comprimo mi silencio de tenerte aquí.

 

Te quiero eterna en mi partida, te quiero verte sonreír ante la gloria de este amor. Quisiera ser yo quien se atormente, quisiera ser yo quien cargue tus heridas, quisiera ser yo quien mate tus dudas, quisiera ser yo ese quien te llene de caricias cuando descansas, quisiera ser yo… pero mi sendero es descubrirte en cada amanecer… y amarte eternamente en tu despertar.

 

La lluvia te trajo recuerdos inhóspitos, mientras el aroma de pasto húmedo invade tu ser. El silencio me dejo en la lejanía de tus deseos, mientras la luna nos ponía de frente ante el olvido de las heridas… y el carmín de tus labios se depositaban en mi pecho.

 

Hemos esperado un largo tiempo para correr juntos, mientras las estrellas nos guiaban en sus amaneceres de soledad, y el leve sonido de la noche nos regalaba abrazos fríos de angustias.  Te he esperado lo suficiente para estar maduro ante tus ojos, te he esperado en historias que solo la luna me relataba, mientras mis heridas sanaban...esperándote.

 

Eres la que deslumbra mi ser, la que desnuda mi tristeza y lo convierte en alegría, eres mi locura con pasión desenfrenada. Eres aroma y sosiego, miedo y virtud, humildad y silencio.

Eres más de un pensamiento, una fugaz briza, eres todo ante mis manos que yacen sin nada.

 

Déjame ser ese abrigo en tus noches de temor, el suspiro de esperanza.

La caricia involucrada de tus pasiones. Déjame ser ese extraño anhelo en tus recuerdos. Déjame partir en silencio sin observar las heridas del tiempo que se pierden… en su momento.

 

Te mantendré a salva de los murmullos, de la curiosidad de pasillos oscuros. Te mantendré en vigilia cuando el miedo se apodere de tu frágil cuerpo. Cuando la fantasía del mundo quiebre en su silencio... te cuídate mientras mis heridas escondidas en mi sigan sangrando.

 

Encontré un corazón en llamas desde adentro, encontré un rostro quebrado de dolor escondido por un leve maquillaje. Encontré noches de tormento en noches solitarias…

Encontré nudos de gargantas que buscaban a Dios cuando el ruido de la ciudad quebraba en silencio.

 

Tome mis espadas en la última noche del octavo mes. Tome mis esperanzas encaminándolas hacia tus manos en la soledad de la noche.

Acaricié el silencio cuando el ruido acechaba en su plenitud, sin esperar que tus ojos se fijaran en mi… partí en silencio buscándote olvidar, como un simple suspiro, como un simple día...

 

Estoy perdido, no puedo evitar amarte.

Estoy en la cornisa de la locura por tus besos.

Estoy perdido., en la magnificencia de tu ser.

Y nadie te detiene… mientras me catapultan tus besos.

 

Las lágrimas de desmayan en tu rostro, mis manos ya no te pertenecen, ya no juegan nuestras miradas en el espacio del silencio. Mientras en alguna mañana un recuerdo ser deslice por capricho de nuestros anhelos.

 

La risa pregunto ¿Qué soy para ti?

El silencio no supo que exponer…

 Mientras las palabras inexplicadas se abalanzan murmullos. El corazón asustado de los abrazos tomo a la risa de sus manos y volaron a casa…

La risa pregunto ¿qué anhelas en mí?

El corazón dio su aliento de valor, diciendo he llegado solo aquí, sangrando solo para verte sonreír.

 

Como declara un amor en silencio, si tus ojos no están fijos en mí. Como mostrarte una verdad que aparte tus manos de mi caminar. Como desearía que la brisa te cubra en susurros que te traigan alegría.

Como… decirte que los nudos de garganta nos oprimen el pecho en mañanas sin reflejarnos… como…

 

No hay despedidas, mientras el tiempo no nos arrebate ese atardecer en la cual te brinde un abrazo.

Mientras las gotas de lluvia nos obsequien su melodía de que a veces estamos solos.

No quiero un final sin decirte aquí estaré, no quiero darte un final mientras mis manos estén fuertes ante tus ojos. No quiero descansar solo abrazando la silueta de tu cuerpo en mi soledad.

 

Ella es firmamento, alegría incontenible. Silencio perturbador, belleza inexplicable. Es fulgor y delicadeza. Es amor, pasión, es calma en días de tormenta, es coraje forjada en sueños de guerrera.

 

Su palabra es bendición, sus caricias es el bálsamo de ese dolor que solo está en nuestro interior. Es lo extraño como lo hermoso, es día y noche, tormento y agonía, ella es la que mantiene vivo este sentimiento que no tiene un entender, una explicación absurda, ella es mi perdición, y faltándome el aliento explicare a las estrellas cuan extraño es amarte, nombrándote Noelia.

 

En el momento que estamos más que perdidos

Cuando el vuelo se hace caótico y las palabras ya no concuerden con el café.

En el momento que nos encontremos perdido, ese justo momento en que los abrazos se proclaman con lágrimas en los ojos de rabia. En ese momento en que ya no estamos para dudar, en ese momento seguiré amándote.

 

La luz del sol se abre paso frente a ti, mientras la madrugada se despide para el próximo encuentro.

Y construimos sueños en atardeceres, cuando la luna no llena su lumbre. Mientras todo eso dejamos caer en manos del viento, perdidos en siluetas dibujadas por nuestras manos en el cielo.

 

Te espero en el invierno, mientras se marchitan las flores en el tiempo.

Cuando los abrazos ya se sientan vacíos. Cuando buscar tu mirada ya no tenga respuesta, y tal vez quizás, tal vez sea regresar a casa.

Abrazando recuerdos con sueños que ya no tendrán alma.

 

Este sentimiento sigue fuerte y vivo. Hasta con los miedos más profundos que no contemplan.

Es un abismo que solo el tiempo cubrirá.

Mientras espero que vuelvas a cubrir mi mundo con tu alegría de mujer.

 

Quisiera construir en el tiempo recuerdos que ya no están. Ser un simple mañana, un final que jamás existió.

Desparecer con la noche, pero ya no encuentro al futuro de mi lado. Ya no se si el sendero que tomo me devolverá un amanecer en tus brazos.

 

Te busco en oscuridades que me traen solo recuerdos con silencio. En aromas impregnadas en el tiempo.

Mientras finjo que tu lejanía no me arrebata lágrimas en una habitación vacía.

 

Conversare con la luna.

Discutiré con el sol, dejando que las estrellas me demuestren mis errores.

Mientras Dios nos expone si estaremos caminando en su eternidad bajo su mirar.

 

No me perdono el muro de silencio que existe entre nosotros dos.

Cuando tú eres mi fuerza, mientras mis manos ya no quieran seguir.

Y con este querer de niñez que no supe contener. No me perdono, que te amo en el silencio, sin que sepas los murmullos de mis sentimientos.

 

Mientras el rio de recuerdos me lleve

A ti, y los fotogramas guardados en mis

Pupilas se proyecten en mis sueños

Abriendo heridas que solo las lagrimas

Agitadas en su andar me recuerda tan

Verdadero lo besos que se perdieron en

Arrogante tiempo de silencio.

 

Busco en el horizonte la alegría.

Cuando tu estas danzando en el silencio

De la habitación. Busco encontrarte entre

Miradas perdidas en el espacio, con el

Miedo de perderme en tu querer.

Y me aferro a tu aroma que me abraza

En la oscura noche de invierno.

 

Nadie ve en tus ojos lo que yo veo,

Olvidados universos tan bastos de belleza.

En ellos se sumergen tus mundos de magia.

Las palabras que escribo para tu mirada,

Intentan ser hermosas para con tus universos,

Aunque palabras, son solo palabras, y para denotar tu belleza, no bastan.

 

Nadie ve en tus cabellos lo que yo veo.

Oscuros y tejidos de manera perfecta.

En ellos, oscuros como la noche, atrapas mis sueños,

Llenando de olvido tristes recuerdos.

Inundando el alma tu pelo al viento,

Acariciando silencios de verano a invierno.

 

Nadie ve en tu cuerpo lo que yo veo,

Ondas tan bien esculpidas por el tiempo,

Endulzan la mirada del buen mirador.

Letal tu figura de ángel que me lleva al paraíso.

Indefinidamente en tus ojos dulce abísmo,

Abrazan el tiempo eterno del olvido.

 

Nadie ve en tí lo que yo veo,

Oro de mis más bellos pensamientos.

Eterna hermosura de eterno tiempo.

La magia del viento acaricia mis sentimientos.

Infinita tu belleza, interna y externa,

Aunque a los ojos de miles eres imperfecta; para mí eres perfecta.

 


Quisiera dejar impregnados mis

Besos sobre tu oscuro lienzo,

Desvanecer en las noches de penurias sobre

Las rendijas de tu espalda. Muero en el

Tormento de perderme en tus cabellos mientras

Recorro a besos tu delicado cuerpo de niña.

 

Te tomo del pelo, me abrazo al

Aroma que envuelve tu sudor en

Nuestra intimidad. Y me abalanzo

Sin permiso alguno entre tu deseo

Incondicionado de amar, mientras

Caemos desnudos frente a las estrellas.

 

Te desnudo con las yemas de

Mis labios, mientras mi mirar te

Relatan historias infinitas de amor.

Cuando la brisa se siente confundida

En la oscuridad de dudas, mientras

Los gemidos se desprenden de

Hueco entre las sabanas de una

Noche sin preámbulos.

 

Basta de juegos en el

Limbo de tus besos, basta de orgullo

Y rencores en las paredes de silencio.

Te deseo con cada paso, te deseo con cada

Ajetreo de mi alma, te deseo mientras nos

Quebrantamos sin quitarnos la ropa.

 

Un millón de palabras no son exactas

Para relatarte entre mis versos, un libro

De anhelos no tienen fuerza alguna ante

Tu que eres mi debilidad. Un adiós que

Quedo sin un aquí te espero para volver

A admirar el atardecer.

Un millón de acciones buenas, que

Solo sentencian un simple error llamado

Capricho, mientras perdemos el rumbo

En el cual nos encontrábamos entre

Nuestros besos…

 

Quisiera darte un adiós que llene tu vacío.

Un beso que luego se desvanezca con el

Tiempo cuando ya no sea quien te

Germine una sonrisa en tus labios.

Quisiera ser tu adiós, tu amanecer esperado,

Tu quebranto, y capricho, ser el trueno de

La tormenta que dejara paz en tu descansar… Adiós.

 

 

 

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