El calor de su mirada
Para Diana V. Las heridas del pasado nunca sanan, mientras por los orificios de las cicatrices penetran los recuerdos. Que arden en imágenes difusas. Bajo una fina armadura llamada silencio. Tus labios guardaban el silencio de la discreción. Los míos… la voz a los cuatro vientos. Pero un día tus labios dejaron de guardar tal silencio, que el viento tomo la palabra y lo esparció a oídos astutos con lengua de espada oxidada. Y estas sisearon a los míos…comentando la razón de tu adiós a este sentimiento. La luna ya no me cuestiona. La palabra huye de mi tinta. Mientras en las paredes húmedas de mi morada, yacen todas aquellas palabras que no encuentran lugar en tu mente. En la oscuridad de la noche. Le cuestiono al cielo motivos que solo la lluvia sabe responder. Y sin embargo en la distancia en que encuentras tú ser. La brisa me trae noticias de ti. Y no hallo más flor que niega tu parada en el sendero exótico de tu cuerpo. Las pecas de tu rostro, son un pictograma ...