La ira de Eros



Para  Diana V.

El cristal de tus besos que deleita a mis labios.
El suspiro apasionado de tu alma.
Mientras colapso frente a ti. Buscando un escape de tu delirio, me inclino suplicando a la luna una ilusión del cual sepa yo sobrevivir.

Lloro en silencio, quizás la angustia de querer olvidarte ante los primeros rayos del amanecer. Lloro en silencio, recordando que a pesar de todo…, tus caricias siguen en mí.

Transforma mi vida. Tómame de las manos, llévame a esa nube que esta ante tus ojos.
Y déjame una guía para volver junto a ti…

Esa fuerza con que impactas sobre mi alma.
Las hadas que invaden tu cuerpo. La fuerte gota de lluvia, humedece nuestros cuerpos.
Seguimos ahí…parados hasta el fin de nuestros tiempos.

El amor arrasa con nuestra razón.
Dejándonos con huecos en el corazón.
El fulgor de los deseos, las ilusiones que la luna nos regala.
El amor arrasa, sin dejar que podamos aprender la lección.

Fuera de aquí dejamos, la ilusión, los besos desabridos, la duda de nuestras caricias, los sentimientos con mentiras sin principios, los valores de la vida, los consejos de las estrellas, la brisa.
Fuera de aquí esta lo que fuimos en un antes de la pasión.

Si se calienta nuestra sangre, con fotos amarillas trayendo recuerdos. Y gotas de dolor que flotan en el aire.
Y el terror que nos toma, dejándonos en la duda de este amor. Solos en la habitación.

La luna nos mira con desconfianza.
Cantos de grillos, que nos regalan su serenata.
Mientras muerdo tus labios…en la fría noche de nuestra pasión.

La belleza del camino que nos separa.
La constante risa desprendida de nuestros labios.
La dulce mirada, de nuestra pasión.
Mientras el sofá esperando nuestra presencia en su cuero.

Cada paso, cada minuto,
Cada reparar, cada despertar,
Cada idea, ilusión, cada sueño.
Cada perfume, cada piel con que eh rozado.
Cada labio, mirada, sonidos, caricias…no se comparan cuando yaces a mi lado.

Matemos al amor, sin darle ninguna suplica o petición alguna.
Sugiero culpar al tiempo las arrugas de nuestros cuerpos.
Y al Dios del deseo…,
Cortarles las alas…, fusilaremos nuestros
Corazones con besos…, manchando nuestra piel de
Caricias.

Debo castigarte,
Atarte a mi cama…
La lagrima de felicidad rota en mi rostro.
Mientras la pasión, vagando entre nuestros
Cuerpos. Sin la duda y el temor de lastimarnos.

La tinta no se acopla a tu piel, por más que lo intentes.
“como ese imposible poema de nuestra ilusión”.
La tinta me demuestra la poesía de tu cuerpo, los versos consumidos
Por nuestra pasión.

Tu aquí…,
La duda conmigo
Esperando el veredicto de nuestro destino

Tu esencia se vuelve un pandemónium en mi vida
Mientras espero que la primavera me regale las fugas de tu amor.

Mis labios están quebrados.
Mis manos, el frio lo golpea.
Abrazado a mi cuerpo espero el calor de tu esencia.

El silencio espera con brazos cruzados.
El silencio…espera los gemidos atados en la garganta.
El silencio nos espera…cada noche en mi cama.

“Las caderas de tu sonrisa que dan
Lumbre a mis despedidas”.
Entre el mar de los besos que ni las
Palabras exactas pueden describir.
Y tú aroma…esa que dejas en mi cuello…sin un porvenir.

Tus bragas que descansan en mi cama.
Sin pedir permiso rodamos desnudos al
Paraíso al cual nuestros cuerpos invocan.
“Rendido bajo el duelo del vino tinto, propagado
Por tu vientre.” El sudor, las pupilas dilatadas.
“esa adrenalina del tantra que se retrata en la cama”.
Torrente de caricias, el gemido que rompe con la rutina
Del silencio.
Arañazos que apuñalan mi cuerpo. “resucitando en la
Invocación del plenitud de esta pasión.” Consumida en amor.

El tiempo se destierra a nuestro lado.
Los hoteles cierran sus puertas en presencia nuestra.
Las catedrales, hundidas en su olvido.
Mientras flores marchitas ante nuestros ojos.
“y la aurora que se mofa en el horizonte”.

“Mi irreverencia juega con mi destino”
Los besos ya no son los mismos de ayer.
En el cementerio de tus recuerdos, escribo
Estos versos. Humillando a las heridas, de besos
Que irrumpen a la rutina de mis días.


El obsceno sabor de tus besos,
El cristal con que me miras.
“Tu cuerpo es una acuarela eclipsada
Por el olvido”.
Con temor de encontrar huellas de aquel dolor
Distorsionado por el tiempo.

Lamentable dolor de mi alma, con lagunas de lágrimas.
“Y con tus ojos que cubren desconsuelos amaneciendo en tu cama”… aferrado a tu piel…preguntándome adonde fui a parar aquella mañana.

Ganas de besarte, acariciarte, mirarte, ganas que me faltan de hacer lo que no me deja el corazón.
Cansado de esto, aquel, ahora, de esperarte en mi vida.

Somos uno en la cama…, que mejor simbiosis que el sueño de estar juntos…a pesar del olvido.
Somos uno en el silencio de la noche.

“Muere un ángel caído en la cama de tu destino.
Llora el cielo junto a tu suspiro…,
Posando en tus manos mis sueños hechos en una prisión de algodón.”

Tu gélida piel que roza con la mía.
Tus pechos son mi perdición…, tu vientre la llanura que mis dedos crean en si su ruta.
La cicuta de tus besos atravesando mi cuerpo de niño.

Dime luna mía, dime amante mía por que vivo en tus brazos, dime musa mía…, que la tarde no llegara.
Dime musa mía que jamás olvidara este día de nuestras vidas.



Erótica, sublime…, palpitaciones…, sudor…, marcas de huellas…consumidas por el tiempo.
Contigo existo…contigo creo aquello que hemos creado.

“El otoño descascara tu piel. Esa lucidez de tu ser.”
Y tu otra piel convertida en el mismo deseo.
El suero que a cuentas gotas esta frente a mis ojos.
Las cenizas alrededor mias vuelven a encenderse.
Tanto miedo cubre mi ser, que fantasmas de pasado desfilan frente a mis ojos.
Ya no siento mis pies…, Qué ocultan tus temores?
Las heridas abiertas, sudando sal…,
Gritando el corazón esta.
Y ese suero que nunca deja de terminar.

Aquí la muerte, acompañado del amor.
Tanta confusión existe entre los dos que ni las ideas tienen explicación de tan extraño amor.

No te encuentras en mis suspiros. Ni creas que en los sueños fundidos de risas desaforadas.
Tú eres esa daga que conspira en el silencio de mis noches.
“Tu eres la que secuestra mi alma y juega con ella…a que me quieres”.

El cielo llora borrando tus caricias de mi espalda.
El sol ilumina mi habitación consumida por la humedad.
Mientras la sombra de los recuerdos descansa en la plenitud de mi almohada.

La fuerza que hay en tu interior…, es la angustia que existe en mi corazón.
La nueva brisa que suspira en mi interior, carcomido por el deseo de tu amor.





Perséfone;
Cuando siento tus caricias en mi cadáver envuelta de imaginación.
Y la infancia corroída por sueños…ante labios dormidos por el deseo.
Con la similitud de tus nalgas. Tu alcores puntiagudos…que dejas quebrarse por mis manos.
El fluido puesta en tus labios, un movimiento de ligera hipocresía.
“Y ese ir y venir. Del sudor apagado por la lentitud de mis caricias.”
Y los atardeceres cogidos por el maquillaje.
Tu piedad al darme ese amor…
Y te acomodas en la cama y no olvido tu risa.

Estoy en tu limbo, en tus manos posan mi condescendencia.
Ya el tiempo no se detiene, la obra que construimos, caen a pedazos.
El fuerte viento que azota nuestros cuerpos.
Ya ahí putrefacto, yace lo que alguna vez fue parte de tus deseos.

“Desciendo por la llanura de tus caderas. Oprimo mis yemas sobre ellas”.
Caigo consumido de placer, mi droga…tu cuerpo, tus besos mi ansiolítico, cuando despierto de este sueño.

“La Venus, desnuda esta sobre mi cama. Dando brincos desesperados.”
Los rayos del atardecer dan lumbre a su cuerpo.
“Cierra sus ojos… suspira…, se entrega al crepúsculo”.

En tus ojos se encuentra mi paz. En tus labios la dulzura del propio néctar.
En tu alma…
Se encuentra mis reflejos mas escondidos.
“entre tus piernas, el paraíso de los infinito”.


Se conjugan el vino, las caricias, los besos, los gemidos despavoridos, la dignidad.
El sonido de la noche, y sigo pensando que no se conjugan el vino con lo que sucedió en la cama sin abrigos.

La primavera nos espera, los cantos de cigarras anunciando el verano.
El frio invierno ya paso, las dudas se marchitaron. Los besos vuelven a tener firmeza en tu espalda.
Tu espérame, si fuerte, espérame, observa el horizonte…, búscame hasta el fin de los tiempos.
Búscame en tus recuerdos.
Espérame, siempre tu y nadie mas que tu.
Hasta que los astros te comenten mi partida en esta vida.

Las huellas de tu querer viven en mi. Mientras imágenes borrosas dan vueltas en mi cabeza.
Rastros de tus uñas en mi quedaron.
Recuerdo, tu cabeza posando sobre mi pecho.
Y tus ojos iluminándome sin sendero.

Retumba el sonido perdido en los pasillos de la pasión.
“todo se vuelve enigmas, doy lo que alguna vez fue amor.
Camino con la ilusión de volver a perderme en tu imaginación”.

Este poeta que muere entre tus caricias. Su carne, ya no esta sintiendo el ardor de la pasión.
Este poeta, al cual se aburre con los lamentos, hoy su voz ya no tiene la fuerza del callar.
Ríos de lágrimas se secaran…
Al sentir que cerca del estas.






Todas las madrugadas en el cual te busque.
Creyendo ya en la eternidad. Varias primaveras sus flores me enseñaron.
Y aquí, a tu lado me encuentro…respirando sobre tu cabellera.
Aquí…abrazado a tu alma…la razón de mi equilibrio.

Tú eres la miel morena, las voces y señales de un amor.
Me guardas, exponiendo de escudo tu corazón.
Eres la que guardo en mi silencio, velando por tus sueños…respirando al unísono.
Eres la miel morena que se desnuda con mi sudor.

Estrella de mi noche, no me nieguen…
Luna, preséntate en mi cielo. Que Orfeo se olvide de nuestras existencias.
Consuelo buscare en tus brazos…, alegría abrumadora me darás cuando caigamos en el suelo…consumidos por los gemidos seducidos por el Dios Baco.

Tu cabeza es el vademécum, tus caderas…las carreteras de mis manos.
Y soy tan solo la ilusión, aquella forma mental, ondas de sueños que no tienen final.

Tus lunares que tu espalda esconde.
“Mientras gemidos oprimidos cantan plegarias”.
Ese ser que nos consume en silencio. Acostados estamos, riendo con la recompensa…
Tus lunares.






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